Gestión Emocional
¿QUE SON LAS EMOCIONES?
Son reacciones fisiológicas corporales naturales que tenemos todos los seres humanos ante situaciones y estímulos tanto externos como internos.
¿DONDE SE ORIGINAN LAS EMOCIONES?
En nuestro cerebro primitivo, del reptil y del mamífero, cuando la supervivencia estaba en juego de manera urgente en el día a día. La corteza cerebral es el cerebro nuevo exclusivo del Ser humano que nos diferencia de los animales. Es donde se ubica el pensamiento, la razón y la consciencia de sí mismo. Es por este motivo que le solemos dar a las emociones entidad, nos identificamos con ellas y tendemos a pensarlas en vez de a sentirlas.
¿CUAL ES LA FUNCIÓN DE LAS EMOCIONES?
Tienen una función adaptativa y de supervivencia ayudándonos a adaptarnos al medio y sobrevivir preparándonos para la acción y el cambio.
¿DONDE ESTÁN LAS EMOCIONES?
Todas nuestras experiencias previas, desde la infacia, pensamientos y creencias están registradas y almacenadas en las células de nuestro cuerpo físico. En los órganos internos y también en nuestros brazos, piernas, espalda y cuello, formando parte de nuestra memoria celular.
¿CUAL ES LA FUNCIÓN DE LAS EMOCIONES?
Tienen una función adaptativa y de supervivencia ayudándonos a adaptarnos al medio y sobrevivir preparándonos para la acción y el cambio.
¿QUÉ HACEMOS CON ELLAS?
En nuestra cultura del No-Dolor, los mecanismos normalizados para manejarlas suelen ser:
-La supresión o represión, con la que dejamos los sentimientos a un lado y tiramos para adelante sin prestarles atención para no ser molestados por ellos tratando de seguir funcionando de la mejor manera posible. La presión de los sentimientos reprimidos es sentida luego como irritabilidad, cambios de humor, tensión muscular, dolor en cuello y espalda, dolores de cabeza, insomnio, alergias y otras condiciones somáticas.
-La expresión. Solemos airear y verbalizar lo que nos ha pasado y sentimos de manera repetitiva en cantidad de contextos y situaciones. En estos casos un poco de presión es liberada pero sigue quedando la gran mayoría suprimida a niveles menos conscientes. De hecho, la verbalización repetitiva puede aumentar la energía negativa que conlleva con lo que las relaciones pueden verse deterioradas.
-El escape, evitando los sentimientos y las emociones a través de la diversión. Las personas tenemos miedo a enfrentarnos a nosotras mismas, temiendo incluso hasta un momento de soledad. De ello las constantes actividades frenéticas, la interminable socialización, móvil, hacer turismo, ir de compras, comer en exceso, juegos de azar, drogas, fiestas y todas las adicciones.
Los mecanismos anteriores son erróneos, estresantes e ineficaces. Requieren cantidades crecientes de energía. Conllevan una gran pérdida de creatividad, energía e interés real en los demás junto con el aumento de enfermedades físicas y emocionales. Por encima de todo, el resultado es la incapacidad de amar de verdad y de confiar en otra persona, lo que resulta en aislamiento emocional y baja autoestima.
¿CUÁL ES LA MANERA NATURAL Y EFECTIVA DE GESTIONAR LAS EMOCIONES?
Sumergiéndonos en nuestro interior nos hacemos conscientes de lo que sentimos. De esta manera podemos observar lo que está registrando nuestro cuerpo. Localizando la sensación en él, dejándola crecer, estando con ella y dejando que siga su curso sin querer que sea diferente o hacer nada. El primer paso es permitirte a ti mismo tener la sensación sin resistirla, airearla, temerla o condenarla. Esto se traduce en abandonar el juicio y ver que es solo una sensación que irá cambiando a otra más ligera hasta desaparecer. Es muy importante ignorar todo pensamiento que por inercia aparece tratando de dar soluciones y centrarse en la propia sensación corporal.
¿QUE SUCEDE CUANDO GESTIONAMOS ADECUADAMENTE UNA EMOCIÓN O UN SENTIMIENTO?
La presión acumulada que ejercen las emociones y los sentimientos no liberados comienza a disminuir y nos sentimos inmediatamente más ligeros. El cuerpo cambia su fisiología, hay mejoras detectables en el color de la piel, la respiración, el pulso, la presión arterial, la función gastrointestinal y la química de la sangre. En el estado de libertad emocional interior, todas las funciones del cuerpo y los órganos se corrigen en general en dirección a la normalidad y la salud. Hay un aumento en la potencia muscular, la visión mejora y nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos cambia para mejor. Nos sentimos más felices, más cariñosos y más relajados.
El gran valor de aprender este mecanismo de gestión emocional radica en que podremos hacernos cargo adecuadamente de todos y cada uno de nuestros sentimientos en cualquier momento y lugar, en un instante y sin esfuerzo. Esto conlleva que la creatividad y la espontaneidad puedan manifestarse sin la interferencia de los conflictos internos.